lunes, 16 de mayo de 2011

DEJAME PISAR TU HUELLA

DEJAME PISAR TU HUELLA


Señor, hoy quiero caminar sólo en tu calma

porque mi vida con angustia vuela...
Te daré todo de mi hasta mi alma,
pero dejame pisar tu huella.

Yo iré tras de ti cual roca viva,
tratando de buscar en ti reposo...
Porque tú al que está muerto le das vida,
y al que vive lo llenas de tu gozo.

Ya casi te alcanzo Jesús en el ocaso,

un poco cansado mi bastón avanza...

Mi pobre corazón es ya un pedazo,
pero gracias a tu amor hay esperanza.
Mi espíritu encontrarte sólo intenta,

en medio del quebranto y el olvido...

De un pueblo que del mundo se alimenta,
y no escucha tu lamento y tu gemido.

Sólo quiero seguirte en el camino,
pues reconozco tu voz Maestro Amado...
Cuando me llamas el cielo es mi destino,

y mi lampara encendida está a tu lado
Heme aquí Señor siervo desnudo,

que a esconderse a tu costado llega...
Ahoga en tu dolor mi grito mudo,
pero déjame pisar tu huella.


DEDICADA A: Lino Sevillano Quiñones

El, sana a los que tienen roto el corazón
y venda sus heridas. Salmo 147:3



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